Infieles

Entre ropas
Cuando la puerta de entrada se cierra con llave, las luces del interior se apagan y las persianas comienza a cerrarse, el dueño de este negocio de ropa se encierra en su escritorio para disfrutar del buen sexo junto a su empleada. Placeres que se disfrutan y se dejan en evidencia en estos siete minutos de goce casero...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una hermosa polla.