
Tu voz empezaba a sonar más grave, algunos vellos comenzaban a salir en tu rostro, el interés por las chicas crecía contigo y un instinto natural te llevaba a investigar tu cuerpo, a buscar en él sensaciones nuevas y así descubrir nuevas maneras de brindarte placer. Tus manos fueron las colaboradoras para que esos momentos se volvieran inolvidables, mágicos y exquisitamente placenteros. Era natural, estabas creciendo y comenzabas a descubrir tu sexualidad. Te invitamos a contarnos como fueron aquellos comienzos, en que el silencio lo rompías emitiendo los suspiros de las sensaciones de placer que tú mismo te provocabas y cuando el único responsable de tus orgasmos eras vos mismo... |
Tus caderas comenzaban a formarse, tus pechos empezaban a llenar las copas de tu sostén, el interés por los chicos crecía contigo y un instinto natural te llevaba a investigar tu cuerpo, a buscar en él sensaciones nuevas y así descubrir nuevas maneras de brindarte placer. Tus dedos, tus manos y algún objeto al paso fueron los colaboradores para que esos momentos se volvieran inolvidables, mágicos y exquisitamente placenteros. Era natural, estabas creciendo y comenzabas a descubrir tu sexualidad. Te invitamos a contarnos como fueron aquellos comienzos, en que el silencio lo rompías con los gemidos de las sensaciones que tú misma te provocabas y cuando la única responsable de tus orgasmos eras vos misma... |
Prácticas sexuales entre chicas |
Tu cuerpo no conocía de géneros cuando comenzó el deseo, tu sexualidad creció día a día y se fue formando desde el momento de tu despertar sexual. El descubrimiento del placer te llevó por caminos insospechados, por prácticas insospechadas, con cómplices insospechados. La inocencia de la juventud, la vergüenza ante el sexo opuesto y la necesidad de placer fueron los pilares fundamentales para que este descubrimiento lo realices en manos de otra chica. Te invitamos a contarnos como fueron aquellos comienzos, en que la privacidad de tu sexualidad era compartida y las sensaciones de placer era el resultado de un intercambio mutuo con otra chica que descubría a tu lado del sexo y de su sexualidad. |
Mi primera vez |



Tu voz empezaba a sonar más grave, algunos vellos comenzaban a salir en tu rostro, el interés por las chicas crecía contigo y un instinto natural te llevaba a investigar tu cuerpo, a buscar en él sensaciones nuevas y así descubrir nuevas maneras de brindarte placer. Tus manos fueron las colaboradoras para que esos momentos se volvieran inolvidables, mágicos y exquisitamente placenteros. Era natural, estabas creciendo y comenzabas a descubrir tu sexualidad. Te invitamos a contarnos como fueron aquellos comienzos, en que el silencio lo rompías emitiendo los suspiros de las sensaciones de placer que tú mismo te provocabas y cuando el único responsable de tus orgasmos eras vos mismo...
Tus caderas comenzaban a formarse, tus pechos empezaban a llenar las copas de tu sostén, el interés por los chicos crecía contigo y un instinto natural te llevaba a investigar tu cuerpo, a buscar en él sensaciones nuevas y así descubrir nuevas maneras de brindarte placer. Tus dedos, tus manos y algún objeto al paso fueron los colaboradores para que esos momentos se volvieran inolvidables, mágicos y exquisitamente placenteros. Era natural, estabas creciendo y comenzabas a descubrir tu sexualidad. Te invitamos a contarnos como fueron aquellos comienzos, en que el silencio lo rompías con los gemidos de las sensaciones que tú misma te provocabas y cuando la única responsable de tus orgasmos eras vos misma...
Tu cuerpo no conocía de géneros cuando comenzó el deseo, tu sexualidad creció día a día y se fue formando desde el momento de tu despertar sexual. El descubrimiento del placer te llevó por caminos insospechados, por prácticas insospechadas, con cómplices insospechados. La inocencia de la juventud, la vergüenza ante el sexo opuesto y la necesidad de placer fueron los pilares fundamentales para que este descubrimiento lo realices en manos de otra chica. Te invitamos a contarnos como fueron aquellos comienzos, en que la privacidad de tu sexualidad era compartida y las sensaciones de placer era el resultado de un intercambio mutuo con otra chica que descubría a tu lado del sexo y de su sexualidad.



















