El último tabú sexual masculino (que hace que ellos disfruten mucho en la cama)
19/09/15
Fuente: elconfidencial.com
El masaje de próstata esconde placeres mucho más intensos de lo que la mayor parte de los hombres creen, pero casi todos lo evitan. Basta de tapujos y mejora tu vida sexual, a lo grande.
Según una encuesta realizada por el fabricante de juguetes sexuales sueco Lelo, el 80% de las mujeres realizarían un masaje de próstata a su pareja si se lo pidiesen. A esto se une que el 71% de los hombres heterosexuales confesaron que han intentado o intentarían masajearse la próstata. Pues todos de acuerdo, ¿no? No. La realidad es que este órgano masculino continúa siendo el gran tabú sexual para ellos.
El simple hecho de visualizar que la próstata se encuentra ubicada en la raíz del pene, enfrente del recto justo debajo de la vejiga, se traduce, en gran parte de las mentes masculinas, en un 'me van a meter el dedo en el culo, y no quiero'. Sin embargo, numerosos expertos en sexología insisten en que el masaje de próstata, por su sencillez y eficacia, debería ser uno de los juegos sexuales por excelencia.
'Uy, quita quita'
La próstata es una glándula del tamaño de una nuez que se hincha cuando se excita, y para que esto ocurra hay que estimularla. “Si bien es posible hacerlo externamente, a través del perineo, es más directo mediante la penetración, pero esto supone un problema para muchos heterosexuales a los que les cuesta renunciar a su papel de penetrador y entrar en el de receptor”, explica Carrie Weisman en Alternet.
Aunque a muchos hombres les gusta disfrutar de masajes y juegos sexuales con su próstata, la mayoría tienen miedo de comentarlo con sus amigos porque nadie más habla de ello. Una mentalidad más abierta y honesta sobre sus relaciones y gustos sexuales sería la solución, pero muchos piensan que resultará raro decirlo en público y ninguno quiere ser el primero en sacar el tema, por lo que tienden a fingir que no les gusta nada la idea.
“Si Brad Pitt dijese 'sí, a veces Angelina consigue que me corra así', quizás más tipos comenzarían a hablar de ello”, opina el humorista Billy Procida en el mencionado artículo de Alternet. Pero la realidad es que la mayoría callan, y el silencio generalizado ha derivado en que no se tenga en cuenta este punto erógeno masculino como tal.
Jugando a los médicos
La mayoría de los hombres herosexuales cuando escuchan la palabra 'próstata' les viene a la cabeza más una visita al urólogo que un divertido y placentero juego sexual. Tampoco están del todo equivocados porque un masaje de próstata, además de sexualmente excitante, resulta de lo más saludable para sus miembros viriles.
Numerosos profesionales sanitarios recomiendan el masaje de próstata como una práctica preventiva para la salud de sus pacientes. Los expertos aseguran que puede ayudar a aliviar la disfunción eréctil, a reducir el dolor de la inflamación de la próstata, a limpiar las toxinas del sistema reproductivo e incluso a proteger el esperma de calidad (esto es, el óptimo para fecundar). Incluso algunos hablan de que a través de la estimulación de la próstata se producen erecciones más firmes y duraderas.
Además, ejercitar y masajear este órgano, “ayuda a prevenir la HPB (hiperplasia prostática benigna), también conocida como agrandamiento de la próstata, que puede conducir a la dificultad para orinar y causar infecciones de la vejiga”, explica la sexóloga Matty Silver en Stuff, quien también recalca la importancia de mantenerla funcionando correctamente como método para reducir el riesgo de cáncer de próstata.
El punto G masculino
Pero más allá de los beneficios para la salud de esta práctica, este masaje del que no se habla tiene un papel diferenciador en la vida sexual de los hombres, aunque muchos lo ignoren.
“La próstata ayuda a los hombres a experimentar encuentros sexuales más satisfactorios”, asegura Silver. De hecho, pese a los miedos y tabúes que parecen rodear esta práctica, en algunos países asiáticos la terapia de masaje de la próstata es comúnmente practicada por los varones para mejorar su rendimiento en la cama.
Charlie Glickman, autor The Ultimate Guide to Prostate Pleasure: Erotic Exploration for Men and Their Partners (Cleis Press) insiste en que, durante el masaje de próstata, “algunos hombres sienten algo parecido al inicio de un orgasmo durante unos pocos segundos”, lo que podría asemejarse con la sensación tan atribuida a las féminas de tener multiorgasmos, siendo unos más intensos que otros.
Otros estudios sugieren que los orgasmos de próstata son mucho más potentes que los de pene. Idea reforzada por los participantes en la encuesta de Lelo que confirmaron que “la duración e intensidad de estos orgasmos puede ser hasta un 33% más elevada”. De ahí que los clímax alcanzados a través de su estimulación sean comparables con los de las principales áreas erógenas femeninas como el famoso punto G.
Acabando con los tabúes
“En el último año, varios pacientes han mostrado curiosidad por los masajes de próstata, la nueva tendencia sexual masculina de moda, ya sean heterosexuales, bisexuales u homosexuales”, asegura Silver.
Sin embargo, para muchos hombres resulta incómodo traspasar la frontera y dejar que se les introduzca algo por el recto con el objetivo de estimularles sexualmente. La falta de costumbre puede dificultar la penetración con cualquier objeto o la simple puntita de un dedo. Espacio hay, pero si al desconocimiento se suma la tensión, las paredes del orificio se oprimirán y así el disfrute se puede acabar convirtiendo en sensaciones extrañas e incluso dolorosas. Pero, como se suele decir, la fuerza hace el cariño, así que lo mejor es relajarse y empezar poco a poco.
De diferentes tamaños y texturas, existen multitud de juguetes sexuales en el mercado que pueden terminar siendo los accesorios de cama preferidos de los varones. Para iniciarse en el masaje de próstata es fundamental que la zona esté bien lubricada y, siempre, plantear el juego en un ambiente sexual divertido.
“Me considero una persona sumisa y la idea de que una mujer dominante masajee mi próstata me resulta emocionante. Cuando lo hago solo me siento vulnerable y sexualmente 'utilizado', a pesar de que me lo estoy haciendo yo mismo, así que frecuentemente fantaseo con la idea de que me lo está haciendo una mujer o incluso varias mujeres”, relata Gray Fisher, autor de The Playful Babysitter And Other Tales of Male Submission, Fetishism and Erotic Humiliation. “Creo que muchos hombres desean probarlo pero lo mantienen en secreto. Sólo se trata de encontrar a la mujer adecuada para ayudarles a experimentar”, continúa Fisher.
Quizás Procida da en el clavo al asegurar “que la educación sexual es la clave para borrar los estigmas que rodean el juego de próstata heterosexual”. Todos los tabúes pueden combatirse con la educación, así que los hombres deberían empezar a aprender dónde se esconde su placer más intenso, asumirlo, y empezar a jugar para disfrutarlo a base de bien.
Fuente: elconfidencial.com
El masaje de próstata esconde placeres mucho más intensos de lo que la mayor parte de los hombres creen, pero casi todos lo evitan. Basta de tapujos y mejora tu vida sexual, a lo grande.
Según una encuesta realizada por el fabricante de juguetes sexuales sueco Lelo, el 80% de las mujeres realizarían un masaje de próstata a su pareja si se lo pidiesen. A esto se une que el 71% de los hombres heterosexuales confesaron que han intentado o intentarían masajearse la próstata. Pues todos de acuerdo, ¿no? No. La realidad es que este órgano masculino continúa siendo el gran tabú sexual para ellos.
El simple hecho de visualizar que la próstata se encuentra ubicada en la raíz del pene, enfrente del recto justo debajo de la vejiga, se traduce, en gran parte de las mentes masculinas, en un 'me van a meter el dedo en el culo, y no quiero'. Sin embargo, numerosos expertos en sexología insisten en que el masaje de próstata, por su sencillez y eficacia, debería ser uno de los juegos sexuales por excelencia.
'Uy, quita quita'
La próstata es una glándula del tamaño de una nuez que se hincha cuando se excita, y para que esto ocurra hay que estimularla. “Si bien es posible hacerlo externamente, a través del perineo, es más directo mediante la penetración, pero esto supone un problema para muchos heterosexuales a los que les cuesta renunciar a su papel de penetrador y entrar en el de receptor”, explica Carrie Weisman en Alternet.
Aunque a muchos hombres les gusta disfrutar de masajes y juegos sexuales con su próstata, la mayoría tienen miedo de comentarlo con sus amigos porque nadie más habla de ello. Una mentalidad más abierta y honesta sobre sus relaciones y gustos sexuales sería la solución, pero muchos piensan que resultará raro decirlo en público y ninguno quiere ser el primero en sacar el tema, por lo que tienden a fingir que no les gusta nada la idea.
“Si Brad Pitt dijese 'sí, a veces Angelina consigue que me corra así', quizás más tipos comenzarían a hablar de ello”, opina el humorista Billy Procida en el mencionado artículo de Alternet. Pero la realidad es que la mayoría callan, y el silencio generalizado ha derivado en que no se tenga en cuenta este punto erógeno masculino como tal.
Jugando a los médicos
La mayoría de los hombres herosexuales cuando escuchan la palabra 'próstata' les viene a la cabeza más una visita al urólogo que un divertido y placentero juego sexual. Tampoco están del todo equivocados porque un masaje de próstata, además de sexualmente excitante, resulta de lo más saludable para sus miembros viriles.
Numerosos profesionales sanitarios recomiendan el masaje de próstata como una práctica preventiva para la salud de sus pacientes. Los expertos aseguran que puede ayudar a aliviar la disfunción eréctil, a reducir el dolor de la inflamación de la próstata, a limpiar las toxinas del sistema reproductivo e incluso a proteger el esperma de calidad (esto es, el óptimo para fecundar). Incluso algunos hablan de que a través de la estimulación de la próstata se producen erecciones más firmes y duraderas.
Además, ejercitar y masajear este órgano, “ayuda a prevenir la HPB (hiperplasia prostática benigna), también conocida como agrandamiento de la próstata, que puede conducir a la dificultad para orinar y causar infecciones de la vejiga”, explica la sexóloga Matty Silver en Stuff, quien también recalca la importancia de mantenerla funcionando correctamente como método para reducir el riesgo de cáncer de próstata.
El punto G masculino
Pero más allá de los beneficios para la salud de esta práctica, este masaje del que no se habla tiene un papel diferenciador en la vida sexual de los hombres, aunque muchos lo ignoren.
“La próstata ayuda a los hombres a experimentar encuentros sexuales más satisfactorios”, asegura Silver. De hecho, pese a los miedos y tabúes que parecen rodear esta práctica, en algunos países asiáticos la terapia de masaje de la próstata es comúnmente practicada por los varones para mejorar su rendimiento en la cama.
Charlie Glickman, autor The Ultimate Guide to Prostate Pleasure: Erotic Exploration for Men and Their Partners (Cleis Press) insiste en que, durante el masaje de próstata, “algunos hombres sienten algo parecido al inicio de un orgasmo durante unos pocos segundos”, lo que podría asemejarse con la sensación tan atribuida a las féminas de tener multiorgasmos, siendo unos más intensos que otros.
Otros estudios sugieren que los orgasmos de próstata son mucho más potentes que los de pene. Idea reforzada por los participantes en la encuesta de Lelo que confirmaron que “la duración e intensidad de estos orgasmos puede ser hasta un 33% más elevada”. De ahí que los clímax alcanzados a través de su estimulación sean comparables con los de las principales áreas erógenas femeninas como el famoso punto G.
Acabando con los tabúes
“En el último año, varios pacientes han mostrado curiosidad por los masajes de próstata, la nueva tendencia sexual masculina de moda, ya sean heterosexuales, bisexuales u homosexuales”, asegura Silver.
Sin embargo, para muchos hombres resulta incómodo traspasar la frontera y dejar que se les introduzca algo por el recto con el objetivo de estimularles sexualmente. La falta de costumbre puede dificultar la penetración con cualquier objeto o la simple puntita de un dedo. Espacio hay, pero si al desconocimiento se suma la tensión, las paredes del orificio se oprimirán y así el disfrute se puede acabar convirtiendo en sensaciones extrañas e incluso dolorosas. Pero, como se suele decir, la fuerza hace el cariño, así que lo mejor es relajarse y empezar poco a poco.
De diferentes tamaños y texturas, existen multitud de juguetes sexuales en el mercado que pueden terminar siendo los accesorios de cama preferidos de los varones. Para iniciarse en el masaje de próstata es fundamental que la zona esté bien lubricada y, siempre, plantear el juego en un ambiente sexual divertido.
“Me considero una persona sumisa y la idea de que una mujer dominante masajee mi próstata me resulta emocionante. Cuando lo hago solo me siento vulnerable y sexualmente 'utilizado', a pesar de que me lo estoy haciendo yo mismo, así que frecuentemente fantaseo con la idea de que me lo está haciendo una mujer o incluso varias mujeres”, relata Gray Fisher, autor de The Playful Babysitter And Other Tales of Male Submission, Fetishism and Erotic Humiliation. “Creo que muchos hombres desean probarlo pero lo mantienen en secreto. Sólo se trata de encontrar a la mujer adecuada para ayudarles a experimentar”, continúa Fisher.
Quizás Procida da en el clavo al asegurar “que la educación sexual es la clave para borrar los estigmas que rodean el juego de próstata heterosexual”. Todos los tabúes pueden combatirse con la educación, así que los hombres deberían empezar a aprender dónde se esconde su placer más intenso, asumirlo, y empezar a jugar para disfrutarlo a base de bien.
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